martes, 28 de junio de 2011

Llorando por el Verano

Cómo todo el mundo sabe, desde el pasado viernes día 24, mis alumnos están de vacaciones de verano, algo que se merecen porque este año se han esforzado mucho.

Por si no lo sabias, este año ha sido mi primer año de maestro y tutor. Al principio estaba muy asustado, porque tenía muchas cosas que hacer que eran nuevas para mí. Así llegó septiembre y empezamos mis 26 y yo. Los primeros meses fueron muy díficiles por todo, por ellos que venían de vacaciones y no querían trabajar, además de que tenían que acostumbrarse a mi modo de clase. Por mí, que tenía que acostumbrarme a la nueva situación y a ellos, iguales para muchas cosas, pero cada uno diferente. Pero lo mejor estaba por venir y es algo que no te enseñan ni en la universidad y en las prácticas, y es que eso niños tienen detrás unos padres y unas circunstancias, algo que puede hacer cambiar la balanza a nuestra contra o nuestro favor. Por eso, desde el principio es muy importante hablar con los padres sobre todo lo que se considere que pueda tener relevancia, ya que son ellos los únicos que te pueden ayudar con sus hijos y viceversa. En este camino del curso 2010/2011, me he encontrado con todo tipo de situaciones y personas, que me han hecho más fuerte y más tierno, personas a las que les he enseñado y personas de las que he aprendido muchísimo. Y lo mejor de todo esto no es eso, es darse cuenta de lo que lo más maravilloso del Mundo, es algo que todos tenemos, pero perdemos, es la inocencia de un niño, que vive y ve el Mundo desde una óptica, en la que cualquier cosa puede ser logro y a la vez consiguen hacer proezas casi sin darse cuenta.

Vengo a decir con todo esto, que durante estos 10 meses de convivencia con mis niños he aprendido mucho, igual que ellos conmigo y espero que nunca olviden la etapa que han pasado conmigo, porque ellos, todos ellos, desde el más inquieto o travieso, hasta el más modoso y tranquilo, desde el más "malo", hasta el más "bueno" me han dejado una pequeña marca que nunca desaparecerá. Y hay una imagen que nunca se borrará de mi memoría y es el momento en que el último día de colegio, mis niños y niñas se iban, algunos para no verlos nunca más, y yo ahora me alegro porque se que el año que viene los voy a poder ver,aunque sea por el pasillo, porque no hay nada mejor, ni más bello que la sonrisa de un niño.

Por cierto, el título viene porque, no sólo fueron mis alumnos quienes lloraron, yo aguanté estoicamente en la salida del colegio, pero al volver a casa no me pude contener, porque al igual que ellos, sabía que no los vería en mucho tiempo, y eso es como si se llevaran una parte de mí.

Espero que sea un verano estupendo para todo el mundo.

Un saludo a tod@s

El Profe de Imnasia

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